De seguro hubo muchas cosas que quedaron por charlar; pero ahora sólo puedo recordar las palabras dichas. Ahora sólo queda tiempo para los recuerdos y no para las ilusiones; para la nostalgia, no para la utopía. Al menos para vos y yo, para eso sólo puedo valerme de la nostalgia.
Eso no quita que a veces piense que podrías ser feliz; que yo no lo soy, pero que tampoco estoy tan mal como en nuestros últimos días. ¿Vale la pena pensar si...? ¿Vale la pena mirar el pasado en forma condicional? Ya superé esa etapa, ya no pienso en qué podría haber hecho; sinceramente sé que no había nada que hacer.
Que fuimos felices, que la pasamos bien, que no quiero que los lindos recuerdos se turben por los últimos días, por las últimas horas que también fueron lindas. Así que, por favor, hagamos un nuevo pacto para vivir: sé feliz; yo voy a intentarlo, no tengas dudas de que sí.



