
De alguna manera esta película me llevó hasta el pasado. A los peores momentos de mi pasado. Reí, lloré, y noté que mi presente no es tan desastroso como diariamente suelo creer. La verdad me hizo muy verla, me hizo muy bien contar lo que sentí al verla y por eso le agradezco a Irina que me la haya recomendado.
Lo anterior se traduce así: 50/50 es una de esas películas que me hará llorar toda y cada vez que la mire. Lo mismo me sucede con Mi nombre es Sam.
No es mucho lo que pueda decir de la película en sí, pero intentaré algo. 50/50 aborda la historia de un joven que se entera de que tiene un tumor en la espalda. De ahí en más se muestra cómo va luchando contra el cáncer. No sólo la quimioterápia ayuda, también la familia, los amigos y, eventualmente, la pareja.
El protagonista es el chico de (500) Days of Summer, una comedia romántica. Ésta también lo es, pero en esta además de reir y enamorarte —¡Qué linda Zooey Deschannel!—, llorás.
Como no tengo nada más que decir sobre la película agrego esto: la psicóloga es la misma actriz que hace de hermana de Scott Pilgrim.
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