domingo, 5 de febrero de 2012

La grâce de terminer l'œuvre de sa vie


Hace una semana que tenía ganas de escribir algo: un poema o un cuento. La verdad me cuesta mucho escribir, pero es algo que, a veces, me encanta. Me gusta pulir lo que escribo, pero para ello necesito tiempo, y haber escrito algo. Hoy, además de escribir, quería publicar. ¿Por qué? No lo sé, supongo que porque la idea de escribir surgió de los textos que me pasó Irina y de algunos poemas que leí de E. Vila. 


Dejo la introducción como mero anecdotario de por qué se dio esta entrada. Aquí los breves "poemas":



No es el viento en mi espalda,
Pero siento un frio que me despierta.
Y escucho eso lejanos ruidos
de la noche:
El mosquito en mi pieza,
Los grillos en el patio,
Los autos en la ruta,
El tren a treinta cuadras.

Escucho esas cosas y me doy cuenta:
Estoy solo,
En la cama,
Con una bic roja y algo de papel,
Pensando cómo escribir estos versos.

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Borro algunas líneas,
pero aún estás en mis versos.


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Leo el último poema publicado por Vila, el poema más actual, no el definitivo. Y me digo: Me gustaría escribir así. Y luego, me consuelo, que bueno no escribir así, que bueno poder disfrutar de leer eso. 

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